Opinión | Preguntas de selección múltiple están sobrevaloradas

Mi vida siempre se ha compuesto de cómo mi  valoración personal  está totalmente determinada por la calificación de un examen o mi GPA. Es muchas veces irritante el saber que mi salud mental solo es estable cuando mis calificaciones también lo son. Se que muchos estudiantes viven exactamente la misma situación, el estar frente a un examen y colapsar, sentir la presión de hablar en público, y respirar con el constante pensamiento de  inseguridad al  fracasar en un estupido examen de selección múltiple. 

Quisiera decir que es  fácil  dejar de preocuparnos y aceptar que es solo una etapa más de nuestra vida,  pero es más difícil que eso. Es inevitable no calificarme según cómo me califican,  a veces solo me  siento opacada por cada décima que no pude obtener, me siento estúpida, cuando no alcanzo los objetivos, cuando trabajó duro para entender algo, pero simplemente no logre lo que esperaba. Pero, la realidad es que no todos estamos hechos para presentar un examen de selección múltiple. En efecto, es una habilidad, No todos los estudiantes  tienen la capacidad de concentración para poder dominar una lectura por tanto tiempo y contener el mismo nivel de concentración, además el estrés es un factor determinante en el resultado final,  debido a que en muchos casos nubla un poco la forma de responder o la rapidez en la que la información fluye. 

A que voy con todo esto, no trato de influir en criticar el método de presentar exámenes o simplemente dejar de  lado el esfuerzo detrás de cada asignatura. Pero si quisiera hacer énfasis en cómo cada estudiante tiene una forma totalmente distinta de demostrar su inteligencia, y que el hecho de fracasar en un examen, no te hace menos, ni más inteligente de lo que es el otro. Los talentos, son claramente una forma de expresar la inteligencia, a veces, podemos ser malos con los números y expresando una ecuación de forma correcta, pero con seguridad se puede decir que siempre hay algo en lo que se  destaca. Mi papá siempre me decía, que es imposible que un pez trepe un árbol, de igual manera que un mono aguante tanto tiempo en el agua.  A lo que quiero llegar es que debemos de  quitarnos el estereotipo de que nuestro valor como personas está determinado  en la educación convencional de la escuela, cuando el mundo es mucho más grande que una respuesta correcta.  Al ejercer una labor profesional hoy en día  lo que menos importa es poder memorizar miles de datos o saber responder  preguntas de selección múltiple durante 2 horas.

El ser humano nació para ser inteligente, pero creció en un mundo en el cual si no es capaz de adaptarse  al sistema, es categorizado como estupido o  incapaz, cuando en realidad, simplemente eres un divergente en el entorno. No se trata de dejar tus responsabilidades a un lado, y solo enfocarte en lo que eres bueno. Se trata de no dejar que una clasificación te agobie o defina cuánto amor tienes por ti y entender que simplemente  naciste para algo más. Tu inteligencia, empieza a ser verdadera cuando te la  crees, cuando dejas de cuestionarte y en vez, desarrollamos cada día las habilidades para las que sabes que eres bueno.